CHAINSAW MAN: UN DEMONIO CON ALMA DE HUMANO
Advertencia: La nota contiene potenciales spoiler sobre el desarrollo de algunos personajes, así como la trama.
Siendo el éxito de los últimos dos años a nivel de ventas, pues ha vendido once millones de copias, es lógico que prestemos algo de atención a la obra, más aun cuando vemos tanto lector entusiasmado por ello. Y no es casual, puesto que nos encontremos con una obra que bebe de dos diferentes fuentes respecto a la narrativa gráfica, que a primera vista se ve novedosa en su tratamiento y desarrollo de personajes e ideas, haciendo hincapié en que no es novedoso el tema, pero su su forma de plantear a primera vista, pues si bien es común al manga los personajes de tipo posesión demoniaca (Devil Man de Go Nagai es, por lejos uno de los mejores ejemplos que tenemos en el género en cuestión, no siendo la única), también recuerda una línea más común en los comics, donde vemos el pacto con seres de otros planos como punto de partida para historias de personajes torturados por sus circunstancias. Y es que Chainsaw Man es un héroe que va descubriendo sus propios valores a través de la aventura, por lo que vemos algo del viaje en común a Peter Parker o Jaime Reyes en todo esto, aunque algo más bajo en la escala social humana. Denji es un chico miserable, que ve en los pequeños detalles de la vida una forma de mejorar su yo, pues se conforma con estar cómodo, comer bien y deleitarse con simples hechos que son naturales a cualquier adolescente, como es tomar la mano de alguien, un abrazo, un beso. Ello se ve reflejado en su trato con Makima, misteriosa mujer que actúa como líder de la División de Seguridad Pública 4, equipo donde van a dar todos los elementos que se consideran peligrosos. Ella ve a Denji como su mascota humana, aunque juega y coquetea de forma infantil con él, siempre deja claro cual es su lugar. Así también vemos sus relaciones interpersonales con Aki y Power, el primero un agente que tiene pacto con diferentes demonios, siendo el último el Demonio del Futuro, quien le permite ver algunos segundos en el tiempo, para evitar los ataques, mientras la segunda es una demonio en el cuerpo de una adolescente; egoísta, déspota por momentos y posesiva, termina compartiendo un vínculo con Aki y Denji, al punto de fungir como amigos y familia.
Parte de la trama en esta primera temporada, compuesta de noventa y siete capítulos, trata de la captura y destrucción del llamado Demonio Pistola, quien asesinó a millones de habitantes en el mundo en su primera aparición, entre ellos los padres y hermano menor de Aki, y cuyo dominio parece ser anhelado por todas las grandes potencias mundiales, incluida Japón, en una carrera armamentística sobrenatural, todo ello sazonado con traiciones, dobles juegos y, finalmente, una explicación al nivel de poder de nuestro protagonista, quien es claramente más de lo que puede manejar.
En el apartado creativo, pues el autor es creador completo de la historia, nos encontramos con un novel mangaka, Tatsuki Fujimoto, cuyo trabajo anterior es "Fire Punch", obra recopilada en ocho tomos tankôbon, formato tradicional de recopilatorio en manga, con buena recepción por parte de la crítica y el público en general. sin embargo, es en la obra actual donde desplega todo el talento y manejo que pudo adquirir a corta edad, incluyendo el manejo de pinceles y estética occidental, adquiridos a temprana edad en su educación personal. Las viñetas se presentan con detalle por momentos, con énfasis en los protagonistas, en la narrativa impactante y en la caracterización de cada personaje. Por momentos parece un verdadero festín gore (la batalla contra los zombies por parte del equipo de poseídos, o la lucha de Denji con Katana Man/ Samurai Sword, donde el artista no se detiene a pensar por un momento más que en la espectacularidad de sus imágenes. Y si bien tiene humor, es una obra japonesa finalmente, este es más bien de raíz cotidiana y llevado por las circunstancias (genial escena en que Chainsaw Man monta a Beam, un poseído/demonio tiburón, capaz de "nadar" por las corrientes espaciales), lo que hace a este un complemento de la narrativa, algo orgánico y natural.
Así como Rooster Fighter, es altamente recomendable para todo público sobre los catorce años, haciendo hincapié en quienes leen superhéroes, porque finalmente eso es lo que vemos en esta historia: el nacimiento de un superhéroe, que es capaz de proteger a la humanidad a pesar de su supuesta naturaleza contraria.
Vicente Pascual Moscoso
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