Reseña: The Boys – Amazon
Los vemos en todas partes, recorren nuestros
cielos y calles. Son estos personajes perfectos, prístinos, inmaculados,
bellos, increíbles, asombrosos, inalcanzables. Ejemplos de que Dios existe, que
nos ha enviado ángeles para socorrernos en momentos de urgencia y peligro. Esos
seres divinos que son como el amigo que nos tiende la mano en un momento
difícil, que nos brinda amparo y seguridad. Esos milagros que vemos como
ejemplo…en realidad no lo son. Lo que vemos es una pantalla, una vulgar mentira
manejada por grandes corporaciones que buscan controlar a la población y
manejar los hilos de los gobiernos para conseguir sus objetivos y acumular todo
el poder necesario para el control mundial. Estas corporaciones nos inventan
estos personajes y nos venden todos sus derivados en películas, series,
merchandising y les seguimos el juego, les compramos el cuento y nuestra vida
es mucho mejor gracias a su presencia. Lástima que estos seres “perfectos” son
lo peor: crueles, ambiciosos, fríos, violentos, psicópatas, drogadictos,
abusadores. Claro, con súper poderes no existe nadie que los pueda detener y
exponer la verdad..
La serie The Boys basada en el cómic del mismo nombre escrito por Garth Ennis con dibujos Darick Robertson nos presenta a The Seven, un grupo
de héroes al más puro discurso estadounidense extremo, ese de que ellos hacen
todo bien, perfecto y mejor, ese discurso colonialista que permanece hasta
nuestros días. The Seven (Homelander,
Queen Maeve, The Deep, Translucient, Black Noir, A-Train, Lamplighter) son el producto estrella
de Vought International que, bajo el
mando de su vicepresidenta, Madelyne
Stillwell , tienen un éxito sin
precedentes. El “American Way”
corporativo.
Todo iba a bien hasta que uno de ellos, A-Train, cuyo poder es la velocidad,
desintegra a Robin, la novia de Hughie Campbell, el típico chico cuasi
nerd, tímido, que no se arriesga en nada y que trabaja en una tienda de
artículos electrónicos. Su vida da un giro violento e inesperado. A-Train sigue
su camino y en Hughie existe una bomba que está a punto de estallar. Necesita
respuestas, necesita una disculpa, necesita matar a este grandísimo HDP que
asesinó a la mujer que amaba. Necesita vengarse y hacer justicia. Pero Hughie
no es así. Ni siquiera fue capaz de pedirle un aumento de sueldo a su jefe, menos
entonces va a ser capaz de matar a un súper.
Es aquí donde entra Billy Butcher. Este misterioso y oscuro personaje, al más
puro estilo del Diablo que te invita a realizar un pacto con él para cumplir
tus deseos o quizás Morpheus ante Neo, Butcher le ofrece la píldora a
Hughie, la única opción, el camino que lo llevará a castigar a y hacer justicia
por la memoria de su novia. El tema es que Hughie no tiene los cojones para dar
ese salto, pero, situaciones posteriores lo harán cambiar de parecer y lo
obligarán a unirse a Butcher en su cruzada, personal por lo que cuenta, para no
solamente destruir a A-Train. Butcher tiene cuentas pendientes con el líder de
The Seven, Homelander, y hará lo que sea para cumplir con su objetivo.
Durante el resto de la historia nos presentarán
al resto de la banda de The Boys (Mother's Milk, Frenchie) quienes tienen varios problemas de convivencia, pero que
no les queda otra que trabajar en equipo. También conoceremos el verdadero
perfil de estos héroes, sus miedos, sus inseguridades, sus ambiciones y sus
diferencias ya que han perdido el camino
y lo que significa realmente ser un héroe, si es que alguna vez les ha
importado realmente. Con el tiempo los miembros de The Seven se han vuelto tan
vulnerables que la careta que llevan puesta ante la opinión pública se va
resquebrajando aunque no ha logrado que se revele toda la verdad...todavía.
The Boys es una serie con extrema violencia,
muy cruda, ácida, sin miedo a mostrar en pantalla escenas que te quedan
impregnadas en la retina. Te quiere enseñar que todo lo bonito, para que se
mantenga, debe hacerse primero cosas feas y muy feas. The Boys lleva una
crítica directa acerca del gobierno estadounidense y su discurso donde ellos se
ven como la solución ante los conflictos mundiales. Ellos y nadie más. Tremendo lo que se puede hacer cuando existe
la plataforma adecuada para ello. Todo lo que los productores no pudieron
concretar en Preacher (AMC) queda manifiesto en los 8 capítulos
de una hora de duración aproximada en The Boys
--Neo Zevlag--
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